LA HISTORIA DE LOS REFUGIADOS DE LAS ISLAS DESAPARECIDAS: ¡POR QUÉ NECESITAMOS CONTROLAR EL CAMBIO CLIMÁTICO AHORA!

mangle

Los Sundarbans, el delta de manglares más grande del mundo y hogar del tigre de Bengala autóctono, se enfrenta a una grave crisis. Cada año, islas enteras quedan sumergidas por el aumento del nivel del mar causado por crecidas antinaturales de los ríos y precipitaciones impredecibles. Esto no es simplemente una crisis ecológica; también es una catástrofe socioeconómica que afecta aproximadamente a más de 10 millones de personas que habitan este frágil conjunto de archipiélagos. El calentamiento global ha provocado el rápido derretimiento del hielo del Himalaya, como resultado de lo cual, los ríos que fluyen hacia la Bahía de Bengala se han hinchado inmensamente, inundando varias islas pequeñas en los Sundarbans. La isla de Ghoramara, que una vez fue el hogar de una población de 40 000 habitantes, se ha reducido en dos tercios en solo unas pocas décadas y ahora puede albergar a solo 3000 personas. Este no es un incidente aislado, varias otras islas en los Sundarbans, como la Isla Luna Nueva y Lohachara, han sido completamente borradas del mapa y muchas más continúan encogiéndose cada año con el aumento del nivel del mar.

La pérdida del hábitat humano debido al calentamiento global ha dado lugar a un nuevo problema de consecuencias de largo alcance: el problema de los refugiados climáticos. El Banco Mundial estima que ‘dentro de la próxima década, habrá millones de habitantes desplazados de los Sundarbans solamente’. Estas personas indigentes no tienen otra opción que buscar refugio en India o Bangladesh. La mayoría de ellos migran ilegalmente a la India desde las partes de Sundarbans en Bangladesh a través del río y se dirigen a Kolkata, una de las mega ciudades de la India, ubicada muy cerca de los Sundarbans. Desde Calcuta, estos refugiados recorren la India invadiendo varios estados en busca de medios de subsistencia. La mayoría de estos migrantes terminan trabajando en el sector laboral no organizado como jornaleros; donde son discriminados y explotados debido a su condición. Esta explotación suele adoptar formas atroces y brutales que dan lugar a violaciones generalizadas de los derechos humanos que no se denuncian. Miles de estos refugiados se ven obligados a ejercer la prostitución y otras actividades inmorales e ilegales para poder ganarse la vida para sus familias. La población de la India ya está a reventar y se ve agravada aún más por la pobreza y la mala implementación de las políticas de bienestar como resultado de la corrupción desenfrenada. La afluencia de millones de refugiados no deseados y sin dinero de Bangladesh empeorará mucho las cosas. Además, la seguridad alimentaria de la India se ha visto gravemente afectada por las malas cosechas inducidas por el cambio climático en los últimos años. La culminación de graves sequías, inundaciones y otros desastres naturales en varias partes del subcontinente ha dejado gravemente paralizado el sector agrícola indio, la columna vertebral económica de la nación. La rápida inflación inducida por las principales malas cosechas y los suicidios de agricultores se encuentran entre la multitud de problemas socioeconómicos que aquejan a la India como resultado del cambio climático.

tigre real de bengala

Un aspecto interesante del cambio climático es que deja al sur global en las condiciones más vulnerables. El razonamiento detrás de esta situación tiene dos vertientes: en primer lugar, la mayor parte del sur global es geográficamente más vulnerable ya que está más expuesta a los océanos e incluso un ligero aumento en el nivel del mar tendría un impacto significativo en las regiones costeras. En segundo lugar, el sur global se compone de países en desarrollo y menos desarrollados que carecen de infraestructura adecuada, seguridad alimentaria, educación, recursos y tecnología, por lo que son relativamente menos resistentes a los caprichos del cambio climático. En el caso único de la India, estos problemas se acentúan aún más debido a la gran desigualdad social en términos de ingresos, casta, religión, género y comunidad. Estas desigualdades sociales funcionan en conjunto para debilitar aún más la resiliencia al cambio climático y los esfuerzos de adaptación en la sociedad. El cambio climático no se limita simplemente a una crisis ambiental; Los efectos dominó del cambio climático generan una lista interminable de diversos problemas económicos y sociales, como la inflación, la pobreza, las violaciones de los derechos humanos y otros. Por lo tanto, la posición de India frente al rápido calentamiento global es extremadamente precaria desde todos los frentes.

Los refugiados climáticos utilizan la migración como un mecanismo de adaptación para sobrevivir al cambio climático. Sin embargo, hubo un consenso científico en el Acuerdo de París de que los impactos actuales del cambio climático estaban más allá de las capacidades de adaptación de muchas comunidades en todo el mundo. Por lo tanto, existe una necesidad inminente de garantizar que nosotros, como especie, limitemos las temperaturas globales por debajo de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales. 2 grados no es una zona segura, sino que significa el principio del fin y, por lo tanto, es fundamental que nosotros, como especie colectiva, actuemos ahora mismo para salvarnos de la extinción. Controlar los niveles de temperatura de la Tierra por debajo de 1,5 grados en lugar de 2 grados marcaría una gran diferencia para la Tierra y nuestra calidad de vida en ella. Entre otras cosas, evitaría que perdiéramos ecosistemas enteros y ayudaría a mejorar la seguridad alimentaria. Los científicos han llegado a la conclusión de que la tecnología necesaria para controlar las temperaturas por debajo de los 2 grados y por debajo de los 1,5 grados es la misma y se encuentra dentro de nuestras capacidades actuales. La única diferencia es que se requiere una voluntad política más eficiente y rápida si queremos lograr el objetivo de estabilizar las temperaturas por debajo de los 1,5 grados dentro de un siglo. Se debe hacer un despliegue eficiente y efectivo de tecnología limpia y sostenible y se deben implementar políticas de energía limpia de manera estricta, mientras que nuestra dependencia de los combustibles fósiles debe detenerse incondicionalmente. Los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y controlar los niveles de temperatura no son un esfuerzo para salvar la tierra, es una súplica para salvar a la humanidad. La historia de la humanidad ha estado marcada por grandes guerras cuyos resultados han dado forma al curso de nuestras vidas. Sin embargo, la convergencia de la crisis que enfrentamos hoy en forma de cambio climático y calentamiento global eclipsa cualquier otra crisis humana en la historia en términos de lo que está en juego; nos estamos despertando para darnos cuenta de la escalofriante perspectiva de nuestra extinción en un futuro cercano. El tiempo de las medias tintas ha llegado a su fin, estamos unidos en el mismo precipicio de nuestra civilización hoy con la responsabilidad de tomar las decisiones correctas para luchar por la existencia misma de nuestras generaciones futuras.

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