La mayoría de nosotros hemos visto las imágenes en línea de basura arrastrándose en las playas y vertederos desbordados. La acumulación de desechos en todo el mundo se ha convertido en un problema creciente, y pocos países ya están haciendo la vista gorda ante su destrucción ambiental. Solo en los EE. UU., nuestra producción de basura ha aumentado de alrededor de 88 millones de toneladas en 1960 a más de un cuarto de billón de toneladas cada año en la actualidad.
El problema no es sólo una cuestión de espacio. Es cierto que los vertederos han alcanzado su capacidad en todo el mundo y necesitamos encontrar nuevas fuentes de eliminación. Otro tema crítico son las bacterias y los gases que producen estos desechos. Los vertederos son caldos de cultivo para el metano, un gas de efecto invernadero, y muchas áreas del mundo están generando estos gases a niveles tóxicos.
Afortunadamente, hay esperanza de algún alivio. Estos son solo tres ejemplos de países que están implementando estrategias de reducción de basura en todo el mundo, que con suerte se modelarán en algunas de nuestras áreas más pobladas.
Recolectores callejeros en Camboya
Este primer ejemplo puede parecer de baja tecnología, pero es increíblemente efectivo. Camboya ahora paga a los residentes por productos reciclados como papel, plástico y metal, lo que ha creado una legión de “recolectores callejeros”. Estos ciudadanos patrullan las calles las 24 horas del día para recoger basura y tamizar los desechos en busca de bienes reciclables. Los escasos pagos en efectivo ayudan a mantener a las familias y la reducción de los desechos ayuda al medio ambiente.
Comedores populares con estrellas Michelin en Milán
En Francia, ahora es ilegal que los supermercados desperdicien alimentos, que se entregan a organizaciones benéficas. Milán, Italia, ha hecho lo mismo, brindando incentivos para las donaciones de alimentos. Cada sábado por la tarde en Milán, un grupo se dirige al mercado de cierre para recoger los restos de comida y redistribuirlos entre los necesitados.
En algunas partes del mundo, es posible que no necesite ser de la clase alta para comer la comida de los mejores restaurantes. Durante la Expo de Milán del año pasado, el chef estrella Michelin Massimo Bottura abrió un comedor de beneficencia utilizando 15 toneladas de comida sobrante. Ese mismo programa se repitió en los Juegos Olímpicos del verano pasado en Brasil.
Minería urbana en Londres
Una forma de reducir los desechos es simplemente no crearlos en primer lugar. El Green Building Council del Reino Unido en Londres ha estado promoviendo los principios de construcción sostenible durante la reciente remodelación de su oficina. Como programa piloto, la empresa reutilizó o readaptó el 98 % de los accesorios originales del proyecto y redujo significativamente su huella de carbono.
La renovación de baja huella de carbono ahora se conoce como minería urbana, donde los materiales valiosos se reutilizan en lugar de enviarlos directamente al vertedero y comenzar desde cero. Arcadis, una empresa holandesa de diseño y consultoría, ha estimado que algunos proyectos podrían obtener una rentabilidad media de hasta el 10 % en este tipo de proyectos.
La minería urbana tiene sus limitaciones. Por ejemplo, las baldosas fabricadas antes del año 2000 no se pueden reutilizar. Además, hay costos de reciclaje, logística y transporte asociados con estos proyectos que deben tenerse en cuenta en las devoluciones. A pesar de las limitaciones, podrían surgir incentivos adicionales para este tipo de construcción en forma de sanciones por desechar materiales que podrían ser reutilizados.
Los desechos y los gases nocivos resultantes son un problema creciente en todo el mundo. Afortunadamente, tanto los gobiernos como las empresas están abordando estos problemas con algunos programas únicos.