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No es casualidad que el sector de la energía, que ha contribuido en gran medida a alterar la atmósfera de la Tierra, se encuentre ahora en peligro por el cambio climático. Desde el transporte de combustible hasta la generación de energía termoeléctrica y la exploración/producción de petróleo y gas, el sector energético enfrenta riesgos de interrupción y daños debido a los efectos del cambio climático y el clima extremo.
National Geographic lo llama la última ironía de los gases de efecto invernadero, en su artículo que presenta el informe DOE recientemente publicado «Vulnerabilidades del sector energético de EE. UU. ante el cambio climático y el clima extremo». El informe del DOE destaca la creciente lista de impactos del cambio climático ya observados no solo en los EE. UU. sino también en muchas partes del mundo. El informe también propuso salvaguardas para un sector energético estadounidense más resistente al clima, así como posibles oportunidades tecnológicas futuras.
Según el informe del DOE, al menos 3 tendencias climáticas principales son relevantes en la actualidad para el sector energético. Estos son:
- Mayor intensidad y frecuencia del aumento del nivel del mar, inundaciones y tormentas
- Aumento de la temperatura tanto del aire como del agua.
- Disminución de la disponibilidad de agua en algunas regiones y estaciones.
La implicación potencial de las proyecciones de tendencias climáticas pesará mucho en todos los aspectos de la infraestructura energética, aunque no por igual. Algunas, como las infraestructuras de generación de energía termoeléctrica, ya han sufrido interrupciones y daños por fenómenos meteorológicos extremos. Estos incluyen carbón y plantas de energía nuclear. Aparte de las tormentas severas y las inundaciones, también son vulnerables al aumento de la temperatura del aire y del agua, lo que podría reducir la eficiencia de las plantas y las capacidades de generación disponibles.
Otras partes del sector energético, como las tecnologías emergentes de producción de bioenergía y biocombustibles, tampoco están exentas de los impactos del cambio climático. La disminución de la disponibilidad de agua y las temporadas de crecimiento prolongadas, entre otros factores, ponen en riesgo a estos sectores, con implicaciones potenciales de aumento/disminución de la producción y aumento tanto de la demanda de riego como del daño a los cultivos. Incluso las energías renovables como la eólica y la solar fotovoltaica pueden verse afectadas por la variación en los patrones del viento y la disminución de la disponibilidad de agua, lo que podría implicar una capacidad de generación potencial reducida.
Abordar estos desafíos en el sector energético nunca será sencillo. Pero la construcción de los mismos tampoco ayudaría mucho a reducir la vulnerabilidad, por no hablar de mitigar el cambio climático. El DOE propuso varias salvaguardas para proteger la infraestructura energética existente contra los eventos climáticos. Estos incluyen la actualización y mejora de las redes eléctricas a través de:
Esfuerzos de mitigación propuestos por el DOE a través de actualizaciones de la red eléctrica:
- Despliegue de tecnologías de redes inteligentes
- Tecnologías optimizadas de almacenamiento de energía
- Supervisión mejorada de la red
- Colocación estratégica de subestaciones en lugares a prueba de tormentas
- Desarrollo de microrredes
- Isla controlada
- Generación distribuida (plantas solares en tejados, instalaciones eólicas a pequeña escala)
Oportunidades para la exploración y producción de petróleo y gas:
- Tecnologías mejoradas para el uso de agua dulce (procesos de fracturamiento en seco, uso de aguas degradadas)
- Mejora de la resiliencia de los sistemas de petróleo y gas costeros y marinos frente a fenómenos meteorológicos extremos
- Tecnologías mejoradas de restauración de zonas de amortiguamiento ambiental
Sugerencias de Generación de Energía Termoeléctrica
- Tecnologías de enfriamiento híbrido seco y húmedo-seco para futuras centrales termoeléctricas
- Uso de tecnologías con eficiencias térmicas superiores a las calderas de carbón para la eficiencia de las centrales eléctricas
- Sistemas avanzados de captura y almacenamiento de carbono (CCS)
Recursos de energía renovable recomendados por el DOE
- Uso de materias primas tolerantes a la sal y eficiencia del agua para la producción de bioenergía
- Materiales mejorados para CSP y energía solar fotovoltaica
- Tecnologías de desalinización rentables y energéticamente eficientes
- Mejora de la eficiencia de las turbinas y la gestión de los embalses para la generación de energía hidroeléctrica
Las proyecciones de tendencias climáticas pueden tener diferentes consecuencias en partes separadas del sector energético, pero la naturaleza interconectada e interdependiente del sistema energético asegura que sufrirá como un todo. Esto puede agravar las vulnerabilidades y dar lugar a impactos en cascada, cuya peor parte la soportarán los usuarios individuales al final. El informe subraya no solo la necesidad de mejora, sino también de un ‘replanteamiento’ completo de cómo se podría satisfacer la demanda mundial de energía sin exacerbar el cambio climático.