
Crédito de la foto: algunos derechos reservados por Brian Robert Marshall a través de Wikimedia Commons
Cuando pensamos en la detección de contaminación por biosensores, generalmente imaginamos laboratorios y herramientas tecnológicas costosas y sofisticadas. Pero un artículo de investigación realizado recientemente puede dar un giro a este concepto, ya que acaba de desarrollar lo que posiblemente sea un método considerablemente económico para verificar adecuadamente los niveles de contaminación por pesticidas.
Un equipo de investigadores de Brasil está trabajando actualmente en un pequeño biosensor que les permitiría medir el contenido de pesticidas en los cultivos, el agua y el suelo. La investigación multidisciplinaria fue dirigida por Izabela Gutiérrez de Arruda, estudiante de posgrado en el Instituto de Física de São Carlos (IFSC), en el estado de São Paulo.
El biosensor desarrollado funciona utilizando el método clásico de inhibición de enzimas para detectar metamidofos, un tipo de insecticida que, según el informe de la fuente, está relacionado con una serie de complicaciones neurológicas. El objetivo principal del diseño del biosensor es el uso de una película ultrafina, que le permite aumentar exponencialmente la señal que emite, lo que hace posible producir resultados más rápidos y precisos.
Para detectar el metamidofos, el biosensor usa específicamente la enzima acetilcolinesterasa, una enzima que se encuentra naturalmente en el cerebro humano. Cuando la enzima entra en contacto con partículas de metamidofos, su proceso molecular se inhibe, produciendo menos protones, y la diferencia en el número de protones proporciona la calibración de medición necesaria para calcular con precisión los niveles de contaminación. El tamaño del biosensor es considerablemente pequeño, solo unos pocos centímetros más grande en comparación con una tarjeta SIM promedio. Esto hace que sea bastante fácil de usar, y los agricultores podrían usarlo para producir resultados casi instantáneos, en comparación con los métodos técnicos actuales que requieren equipos, laboratorios y tiempo sofisticados.
Debido a la simplicidad y eficiencia del biosensor, se puede producir fácilmente, y esto abre la posibilidad de que se produzca en masa a bajo costo y se use regularmente para monitorear este tipo de contaminación por pesticidas. Además, podría simplemente alterar su diseño, estructura y el plaguicida/contaminante objetivo para desarrollar una amplia variedad de diferentes biosensores fáciles de usar que usan exactamente la misma técnica y concepto.
Pero, como con cualquier desarrollo de investigación reciente, hay un gran éxito en este logro. El biosensor que han desarrollado es en realidad un prototipo, y la investigación en sí aún se encuentra en gran parte en su fase de desarrollo. Sin embargo, ya han presentado una patente para su biosensor y actualmente están en el proceso de encontrar una empresa o inversor que esté dispuesto a comercializar su tecnología.