La apuesta de Low Carbon para salvar a las abejas

Las abejas son uno de los polinizadores más importantes de nuestra tierra. Son una parte esencial del crecimiento de las tres cuartas partes del suministro de alimentos del mundo, siendo responsables de aproximadamente 70 de las 100 especies de cultivos clave que alimentan al 90% de la población (fuente). Se conoce la importancia de la abeja melífera británica, pero también se sabe que su número ha disminuido drásticamente durante algún tiempo y que el impacto en el entorno ecológico ya se está haciendo evidente.

Según la Universidad de Reading, la población de abejas se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años. El cambio climático ya ha afectado la vida de las abejas a través de su cambio antinatural en los patrones estacionales y las temperaturas, esto combinado con el impacto de los pesticidas ha contribuido enormemente a su difícil situación.

Junto a las filas de paneles solares en los parques solares de Low Carbon en Suffolk, Devon y Cornwall, se sientan grupos de colmenas que albergan a 2 millones de abejas. La asociación de biodiversidad de Low Carbon con Plan Bee Limited ha sido un éxito rotundo, con miel recolectada para ayudar a crear conciencia y apoyo para la sostenibilidad y la energía renovable.

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Quentin Scott, director de marketing de Low Carbon, afirma: “Estamos comprometidos con la protección de los hábitats y ecosistemas locales en nuestras granjas solares. Fomentar la biodiversidad no debería ser una obligación para las empresas de energía renovable, sino una responsabilidad fundamental. La protección de abejas, insectos y otras especies es una parte crucial en la lucha contra el cambio climático y esperamos continuar nuestro trabajo con Plan Bee en el futuro”. (Fuente)

Veinticinco colmenas están instaladas en entornos flanqueados por flores silvestres donde las abejas ayudan a polinizar los cultivos y fomentan la biodiversidad. Sobre la base del éxito de estas colmenas, Low Carbon instalará un sistema remoto de monitoreo de colmenas que rastreará y controlará la temperatura, la humedad, el peso y las condiciones climáticas de la cría. Esto solo ayudará a la población a adaptarse y sobrevivir con éxito.

Esta no es la única tecnología para ayudar a la población de abejas. El año pasado, la Universidad Tecnológica de Delft, en los Países Bajos, creó ‘abejas no tripuladas’ a control remoto con una envergadura de 33 cm y un tiempo de vuelo de seis minutos, que están diseñadas para polinizar el 80% de los cultivos comestibles del país. Sin embargo, el fundador de Bumblebee Conservation Trust, David Goulson, escribió que, en caso de extinción de las abejas, costaría £ 32 mil millones intentar reemplazar a todas las abejas en la tierra.

Low Carbon elige combinar tecnología y ecología con el cuidado de las abejas que tenemos ahora como parte de su objetivo más amplio de mitigar los efectos negativos del cambio climático.

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