Los sorprendentes efectos de la construcción en el medio ambiente

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La industria de la construcción es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero y juega un papel muy importante en el cambio climático. Los efectos de la construcción en el medio ambiente son inmensos debido a la extracción de recursos preciosos, la extracción de materiales y la destrucción del hábitat. Para comprender mejor su impacto, es vital comprender la industria de manera integral, identificando cómo el proceso, los materiales y el diseño juegan un papel en el cambio climático.

Al pensar en cómo este sector impacta el medio ambiente, es fácil imaginar la típica zona de construcción, con tierra, mucha maquinaria y recursos nuevos como acero y madera listos para ensamblar. Sin embargo, los efectos sobre el medio ambiente comienzan mucho antes de la zona de trabajo y pueden durar décadas después.

Tenga en cuenta los recursos que se requieren. Muchos de los materiales construidos, como el acero y el plástico., dependen de la industria de los combustibles fósiles, lo que los hace increíblemente intensivos en carbono. Incluso antes de que se construya el edificio, el proyecto genera una huella de carbono significativa.

Sin embargo, la industria de la construcción está comenzando a hacer cambios sustanciales en la forma en que se llevan a cabo los proyectos. Desde los materiales seleccionados hasta la forma en que se limpian los sitios, hay un gran impulso positivo dentro del sector para reducir su huella de carbono. Al identificar los principales efectos sobre el medio ambiente, los profesionales pueden trabajar para crear soluciones plausibles a problemas algo grandes y abstractos.

1. Calidad del aire

la contaminación del aire

Una de las principales fuentes de contaminación del aire en un sitio de construcción es el equipo diésel. Muchas de estas máquinas tienen una larga vida operativa, lo que significa que no se actualizan con regularidad. Dependiendo de las regulaciones estatales, la mayoría de la maquinaria también carece de estándares de emisiones, lo que significa que no se miden los gases de efecto invernadero.

Además de los equipos, las perturbaciones ambientales y el uso de ciertos materiales también contribuyen a la mala calidad del aire. Algunos de estos efectos son inmediatos, mientras que otros son más duraderos. Por ejemplo, los óxidos de nitrógeno pueden causar smog temporal durante un período de construcción. Si bien esto eventualmente puede desaparecer, los niveles más altos de partículas pueden provocar cáncer, enfermedades cardíacas y pulmonares y asma en las comunidades cercanas.

Los materiales de construcción tóxicos tienen un efecto duradero en la calidad del aire en un entorno construido, tanto por dentro como por fuera. Los contaminantes transportados por el aire pueden incluir compuestos orgánicos volátiles, amianto y gases como el monóxido de carbono. Estos productos químicos se encuentran principalmente en muebles y acabados, y su impacto tiende a ser más severo si el edificio tiene poca ventilación.

El entorno construido contribuye con el 39% de las emisiones de carbono relacionadas con la energía a nivel mundial. El impacto de la construcción en la calidad del aire no es sorprendente, pero existen varias soluciones para mitigar estos efectos. Primero, es necesario un cambio regulatorio efectivo para hacer cumplir legalmente las iniciativas bajas en carbono. En segundo lugar, los incentivos económicos para motivar a las empresas constructoras a construir de manera más sostenible pueden aumentar la probabilidad de que se realicen cambios a largo plazo.

2. Contaminación del agua

La contaminación del agua

Cuando se despeja el terreno para una nueva construcción, el daño va por debajo del nivel de la superficie. Si hay algún cuerpo de agua presente en el sitio, desviar o represar la vía fluvial puede tener un gran impacto en el área circundante. Uno de los mayores problemas de la construcción es el sedimento (limo fino que proviene de la tierra suelta) que contamina las vías fluviales y daña los hábitats acuáticos. La contaminación por sedimentos también puede afectar las fuentes de agua potable y la pesca, y juega un papel en los posibles problemas de inundaciones.

La mayoría de las veces, el sedimento no es lo único que termina en el agua. Los productos químicos, el aceite, la pintura y los escombros son solo algunos ejemplos de sustancias que provienen de las obras de construcción. Algunas formas de contaminación pueden remediarse fácilmente o disminuirán con el tiempo, pero la contaminación de la construcción puede afectar las aguas subterráneas, que son más difíciles de tratar que las aguas superficiales. Muchas comunidades dependen del agua subterránea como fuente principal, por lo que la protección es vital.

En la última década, la EPA dictaminó para proteger las vías fluviales de Estados Unidos de la contaminación de la construcción. Esta iniciativa incluye medidas esenciales para mitigar los daños causados ​​por esta industria. Sin embargo, todavía existe la necesidad de incentivar una menor destrucción por adelantado, en lugar de solo una acción correctiva después del hecho. Muchos estándares de construcción ecológica ahora incluyen el análisis de la tierra antes de la construcción, para asegurarse de que las vías fluviales vulnerables no se vean afectadas.

3. Pérdida de hábitat

Puede que no sea del todo sorprendente, pero la construcción tiene un efecto sustancial en los ecosistemas naturales. La pérdida de hábitat se presenta de muchas formas, y un área no necesariamente tiene que ser destruida por completo para sentir impactos duraderos. Esto también incluye la fragmentación y degradación del hábitat. La fragmentación se refiere a la vida silvestre dividida por caminos y desarrollo. La destrucción, la fragmentación y la degradación dejan marcas irreparables en la tierra, por lo que es de suma importancia considerar la vida silvestre antes de comenzar un nuevo proyecto.

Al comenzar un nuevo proyecto de construcción, las empresas deben implementar prácticas que eviten perturbaciones a la vida silvestre mediante la identificación de especies vulnerables, hábitats clave y efectos sobre las aves migratorias. Si bien a menudo consideramos a los animales terrestres como los más afectados por la pérdida de hábitat, las especies acuáticas y de aves también sienten el impacto del entorno construido.

Además de identificar las poblaciones vulnerables, también se deben considerar los impactos fuera del sitio, como la contaminación, el agua u otros cambios significativos en el hábitat. La construcción no solo transforma el área física donde se levanta un edificio, las repercusiones son mucho más amplias. Al prestar atención a esto, las empresas constructoras pueden diseñar de una manera más efectiva y sostenible.

4. Cambio climático

La industria de la construcción juega un papel central en el cambio climático. Esto se debe en parte a lo extensa que es la industria y los muchos aspectos que abarca. Por ejemplo, la extracción de recursos para edificios, la fabricación de bienes para muebles y la electricidad y el calor utilizados son factores importantes. Los edificios residenciales y comerciales representan el 39% del consumo de energía en los Estados Unidos. Sin embargo, tener un papel vital en el problema presenta una oportunidad. El sector puede ser un actor clave en la solución para mitigar el cambio climático y construir de manera más resiliente.

En 2019, Naciones Unidas publicó un informe sobre estrategias de eficiencia de materiales para un futuro bajo en carbono, abordando el papel que juega la construcción en el logro de los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Este acuerdo establece los objetivos ambientales que combatirían eficazmente el cambio climático y cuentan con el apoyo de países de todo el mundo. Sin embargo, un futuro bajo en carbono implica mejoras en todas las etapas, por lo que es fundamental extender el ciclo de vida de la cadena de suministro de la construcción. Esto se logra reutilizando materiales y encontrando formas innovadoras de reintegrar los residuos.

Como cualquier cambio sostenible, la lucha contra el cambio climático requerirá un incentivo económico. El mundo se está urbanizando cada vez más y estas comunidades serán las más vulnerables a los cambios de temperatura y clima. Debido a la posible carga financiera de una catástrofe relacionada con el clima, los mercados emergentes podrían atraer casi $30 billones en inversiones relacionadas con el clima en la próxima década.

5. Residuos de relleno sanitario

La basura de la construcción es uno de los principales contribuyentes a los desechos industriales. Los proyectos de demolición representan casi el 90 % de esa cantidad, lo que significa que la mayoría de los materiales utilizados en los proyectos nunca se reutilizan. Es casi imposible visualizar la cantidad de edificios que se demuelen a nivel mundial. Los residuos de construcción incluyen plástico, metal, madera, hormigón y yeso. Se prevé que la cantidad a nivel mundial se duplique entre 2018 y 2025.

Una solución es la gestión sostenible de los residuos y la reutilización de materiales, si es posible. Muchos artículos, como ladrillo, piedra y hormigón, se pueden recuperar para nuevos proyectos. El concreto es especialmente un recurso intensivo en carbono, y cada año se fabrican 10 mil millones de toneladas.

Un entorno construido más verde

Si bien problemas como la contaminación del aire y la pérdida de hábitat pueden parecer enormes, también se pueden solucionar y prevenir. La industria de la construcción está logrando avances significativos en la mejora de las regulaciones para reducir el impacto, tanto a lo largo del proceso como en la forma en que se diseña el entorno construido. Si bien algunos problemas no se pueden abordar de la noche a la mañana, se están produciendo muchos cambios increíbles dentro de la industria para mitigar sus efectos en el medio ambiente.

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