
Si la idea de cambiar el mundo para mejor parece abrumadora, es porque lo estás pensando de manera equivocada. Se convierte en una noción más práctica y manejable cuando reduce un poco las cosas. No tienes que cambiar el mundo de una vez; simplemente haz lo que puedas con lo que tienes.
Dado que los pequeños cambios pueden marcar la diferencia, aquí hay tres ejemplos de cómo puedes cambiar el mundo a tu manera.
- Cambiar el mundo practicando el autocuidado
Si bien la superación personal, ya sea aprendiendo una nueva habilidad, desarrollando un buen hábito o adoptando una actitud positiva, es sin duda una forma de cambiar para mejorar, no es la única forma. También podrías cambiar expresando tu aprecio por ti mismo, comprando algunos atuendos para las vacaciones e yendo a algún lugar exótico para restaurar tu sentido de esperanza y felicidad.
Cuando una persona cambia para mejor, en cualquier forma que crea mejor, entonces tiene un efecto dominó en el orden social, como las alas de una mariposa que influyen en las corrientes de aire y las corrientes del golfo en medio mundo.
Cuando te cambias a ti mismo, cambias a los demás de maneras que tal vez nunca sepas. Tal vez dices algunas cosas profundas en las redes sociales que viajan por todo el planeta, tocan corazones y dan a las personas un significado más profundo sobre el valor y la dignidad de la vida humana. Tal vez inspiras a otras personas a ser más felices y realizadas a través de tu ejemplo personal de vivir en paz y armonía con toda la vida.
- Cambiar el mundo defendiendo la sostenibilidad
Es posible que se sienta un poco impotente cuando se entere de todas las inundaciones, terremotos, incendios, granizadas y erupciones volcánicas que ahora están ocurriendo en todo el mundo debido a anomalías en el clima, pero aún puede hacer su parte para apoyar un futuro más sostenible para nosotros. Una forma podría estar en casa… haciéndola ecológica. Podría, por ejemplo, instalar paneles solares, reciclar todas sus cajas, tinas y latas, cambiar de bombillas incandescentes a LED o usar menos gas al cocinar.
Todos estos pueden parecer cosas pequeñas, incluso triviales, pero siguen la sabiduría de la enseñanza de Mahatma Gandhi, quien dijo: «Sé el cambio que deseas ver en el mundo». Es posible que no pueda cambiar el entorno, pero puede cambiar su impacto en él.
- Cambia el mundo con pequeños actos de bondad
Hay una cita de Esopo que resume el valor de un acto de bondad: «Ningún acto de bondad, por pequeño que sea, se desperdicia jamás».
Los actos de bondad al azar pueden venir en una multitud de formas:
- Podría pagarle a un extraño en el puesto de pago si descubre que no tiene suficiente dinero para comprar todos sus comestibles.
- Puede pagar al conductor que va detrás de usted en una cabina de peaje o en un restaurante de comida rápida.
- Podrías enseñar a las personas una habilidad para la vida que les dará el poder de obtener ingresos.
- Podrías tomar la mano de un pariente anciano y escucharlo pacientemente hablar sobre sus recuerdos más felices; un simple acto que les ayudará a saber que no están solos.
No se necesita mucho para hacer una gran diferencia en la vida de alguien.
Prestando al mundo una mano amiga
Todos contribuyen al mundo por cómo se comportan cada día. Pueden hacerlo mejor o peor. Por ejemplo, muchas personas inconscientemente compran la epidemia de narcisismo que se está extendiendo en las sociedades occidentales modernas, tomando lo que pueden de todos en cada oportunidad. Sin embargo, una población más pequeña prefiere ser amable y generosa, dando lo que puede para ayudar a otros en situaciones difíciles.
Simplemente decidir ser una influencia positiva dondequiera que vayas y hagas lo que hagas cambiará el mundo para mejor.




